Sobre el pueblo:
Álora es un municipio situado en el centro de la provincia de Málaga, dentro de la comarca del Valle del Guadalhorce, con una extensión de 169,62 Km2 y su población es de 12.941 habitantes según el censo de 2016.
Sus suaves colinas están ocupadas de cereal, olivos y encinas, así como su valle de árboles frutales y hortalizas. También se la conoce como el balcón del Guadalhorce por sus paisajes de gran belleza.

La historia de Álora se remonta a la prehistoria en el Hoyo del Conde, ya que reúne unas condiciones inmejorables para el hombre de esa época. También se asentaron turdetanos y fenicios por sus posibilidades comerciales. En ella habitaron romanos y árabes e importantes culturas han dejado sus huellas a lo largo de su historia, conformado por un vasto Patrimonio artístico:
- Castillo de Álora
- Convento de Nuestra Señora de Flores
- Mirador Ali Ben Falcum “al Baezi”
- Iglesia de la Veracruz
- Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación
Arrasada por los visigodos en el siglo V, árabe y reconquistada por los Reyes Católicos en 1484; perteneció a la jurisdicción de Málaga pero se emancipó.
Su plato más típico es: “Sopas Perotas”, acompañado de pepino y naranjas de la zona.
Calles con nombres de escritoras:
- Calle Rafaela Bares de Herrera:
Poetisa española, nacida en Málaga a mediados del siglo XIX, y fallecida en lugar y fecha desconocidos. Como ocurre en el caso de tantas otras mujeres destacadas de su época, los escasos datos que conocemos referidos a las circunstancias biográficas de Rafaela Bares de Herrera están directamente relacionados con las figuras masculinas que poblaron su entorno inmediato. Así, se sabe que contrajo nupcias con Cosme Herrera, y que mantuvo una amena e interesante correspondencia con él. Precisamente a través de una carta manuscrita, escrita en verso y dirigida a Don Narciso, se sabe que la poteisa malagueña tenía hijos, y que toda la familia pasaba por una precaria situación económica.
Al parecer, Rafaela Bares de Herrera gozó de cierto prestigio literario en su ámbito local, ya que publicó frecuentes colaboraciones en los medios de comunicación malagueños. En "El Ateneo" dejó estampados los poemas titulados “Tristeza” (12 de enero de 1981) y “A la muerte de mi padre” (13 de abril de 1891) y en "Los Apóstoles", publicó la composición titulada “ El cerdo” (23 de abril de 1893). Además, se conoce el título de otro poema suyo: “Mis creencias”.